El escenario para la inversión inmobiliaria tras el plebiscito constitucional se enmarca en un contexto económico complejo a nivel local (alta inflación, bajo crecimiento e inversión)
y global (problemas logísticos en las cadenas de abastecimiento, crisis energética por la guerra en Ucrania).
Dentro de un panorama que invita a la moderación en el gasto, los bienes raíces asoman como uno de los mercados más estables para quienes puedan invertir y disfruten de estabilidad laboral. Sin embargo, una traba importante en estos días de restricciones de acceso al crédito es la dificultad de reunir el pie exigido hoy por los bancos e instituciones financieras.
A ello apunta la iniciativa anunciada por el ministro de Hacienda, Mario Marcel, dentro de la agenda “Invirtamos en Chile” que busca reactivar la economía. Como parte de las mejoras en el acceso al financiamiento, se creará una garantía estatal para el financiamiento del 10% del pie del crédito hipotecario para la adquisición de la primera vivienda nueva.
Según explica el plan, “esto permitirá que los bancos otorguen financiamiento al 90%, sin costos adicionales por provisiones para cubrir el riesgo del crédito, además de menores exigencias de ahorro y un mayor dinamismo en el mercado inmobiliario”.
El presidente de la Cámara Chilena de la Construcción, Antonio Errázuriz, valoró esta garantía estatal, que su gremio había sugerido varias veces durante el año. “Era un gran anhelo, porque acceder a las viviendas es más difícil y más complicado es juntar el pie. Esto va a ayudar mucho”, señaló en El Mercurio.
La implementación de esta medida, que abriría la posibilidad de comprar una vivienda a muchas familias que hoy están limitadas por su capacidad de ahorro, está supeditada a la aprobación de un proyecto de ley respectivo en el Congreso.