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A lo largo de Chile, la pandemia y la coyuntura económica han impactado a la oferta inmobiliaria con una baja en los proyectos. Este fenómeno es especialmente sensible en Valparaíso, donde existe un déficit habitacional importante.
Este problema es típico entre muchas familias de profesionales de clase media que trabajan o estudian en la capital regional, pero se ven forzados a vivir en localidades vecinas y pierden a diario tiempo valioso en traslado.
La falta de oferta se refleja en los números: según datos de un estudio de la consultora Tinsa Chile, durante el primer semestre de 2022 se vendieron 2.167 departamentos y casas nuevas en el Gran Valparaíso, una baja de 34,6% respecto al semestre previo. Entre las razones de escasa oferta inmobiliaria está la caída en los proyectos ingresados en el periodo: sólo 21, una baja ostensible comparada, por ejemplo, con los 50 registrados el primer semestre de 2019.
La ciudad puerto muestra signos de despertar luego de años complejos. Así vuelven símbolos de la vida nocturna porteña como el clásico bar Cinzano, los turistas retornan a los cerros gracias al fuerte impulso que trae el pronto regreso de los cruceros al puerto y paulatinamente se implementan en el plan proyectos público-privados de recuperación de fachadas, seguridad e infraestructura.
Y, tal como el turismo, las oportunidades de invertir también florecen. Valparaíso recupera su demanda de vivienda por las crecientes necesidades de la población local, por los estudiantes que vuelven a la presencialidad y por el turismo interno y externo: la eliminación de las restricciones sanitarias y la cercanía de la primera temporada alta de verano post pandemia impulsan un mercado inmobiliario que va retomando su espacio.