El mercado del arriendo en el Gran Santiago vive días de extremo dinamismo. En promedio, según un análisis de la plataforma inmobiliaria Toctoc.com, un departamento demora de 30 a 25 días en arrendarse en la capital, entre su publicación y el cierre del contrato. En 2021, el promedio era de 45 días.
Las comunas donde se tarda menos en alquilar son Ñuñoa (21 días), seguida de La Cisterna y San Miguel (26 días). ¿Por qué tanta gente quiere vivir en esta última?
“San Miguel destaca por su carácter residencial. Cuenta con buenos servicios, áreas verdes, universidades, colegios, hospitales, líneas de Metro y buena conectividad, con el acceso a la Autopista Central y al eje Gran Avenida”, resumió en LUN.com Víctor Danús, gerente de la corredora ProUrbe. “Es un sector pericentral: se encuentra a 10 minutos del centro de Santiago y tiene muy buena calidad de vida”, añadió.
Estos factores, y una oferta relativamente escasa, explican lo rápido que hoy se venden y arriendan las viviendas. En cuanto a precios, la corredora RE/Max ha registrado sostenidos aumentos: si el cuarto trimestre de 2020 un departamento se arrendaba en promedio en San Miguel a $322.000, el tercer trimestre de 2022 había subido a $404.000.
A la falta de unidades en la comuna, que empuja al alza los precios, se suma la presión general sobre el mercado del arriendo de muchas familias de clase media, profesionales con y sin hijos, que han elegido esta opción ante las mayores restricciones del sistema financiero para la entrega de créditos hipotecarios.
Dentro de todo ese contexto, con una oferta limitada pero a precios aún accesibles, San Miguel es ideal. “La gracia de vivir en esta comuna es que se ahorran los tiempos de traslado. Eso le entrega una ventaja competitiva frente a La Cisterna, La Florida o Cerrillos, que también está en boga”, señaló Nicolás Herrera, subgerente de estudios de TocToc.