El reciente Informe de Estabilidad Financiera (IEF), publicado por el Banco Central, dedicó un capítulo exclusivo al sector inmobiliario y su efecto en el mercado de capitales. En particular, destacó el creciente número de chilenos que compran viviendas como inversión.
El análisis considera a aquellos particulares que suman dos o más créditos hipotecarios para financiar la compra de propiedades en una misma región (lo que sugiere que estos bienes raíces no corresponden a una segunda vivienda para uso propio).
El IEF establece que actualmente “cerca de 30% de la deuda hipotecaria bancaria se encuentra en manos de deudores con dos o más créditos hipotecarios”. En 2017, la Encuesta Financiera de los Hogares -del propio Banco Central- había mostrado que más de 60% de los hogares que habían contraído una segunda deuda hipotecaria tenían como objetivo arrendar esa segunda vivienda.
Según el informe, alrededor de 2/3 de los inversionistas inmobiliarios corresponde al 20% de la población de mayores ingresos. Para el Banco Central estas cifras son positivas, pues reflejan un mercado donde miles de chilenos están en condiciones de emprender responsablemente un pequeño negocio de arriendo.