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Dos factores se están conjugando para explicar el fuerte impulso que vive el mercado inmobiliario, especialmente para la compra de viviendas. Por un lado, está la perspectiva del desconfinamiento que trae la paulatina disminución de las restricciones a la movilidad impuestas por la autoridad sanitaria; por otro, la inyección de fondos que supuso el proceso de retiro del 10% de las AFP.
“Hace tres semanas esto explotó. Nos faltan manos para atender a toda la gente que nos contacta”, contó en La Tercera el CEO de la consultora inmobiliaria Capitalizarme, Gabriel Cid. A diferencia de otras inversiones, explicó, los bienes raíces ofrecen estabilidad e incluso incrementan su valor en el tiempo; cuando las circunstancias, son adversas esta seguridad es muy valorada por los inversionistas.
De acuerdo a análisis de expertos, en el Gran Santiago los departamentos nuevos en torno a las 3.000 UF son los más solicitados por inversionistas; a ello se suma el alza en las cotizaciones en ciudades como Antofagasta, La Serena, Viña del Mar, Concepción, Temuco y Puerto Montt.
El presidente de la Asociación de Arquitectos y Tasadores de Chile, Teodosio Cayo, apuntó que este es “un muy buen momento para comprar”, no así para vender: “Cuando una propiedad tiene un valor de venta inferior a los niveles usuales, en poco tiempo puede lograr rentabilidades superiores a las de otros activos financieros. Se suman las plusvalías urbanas, que en promedio se sitúan sobre el 6% anual a nivel nacional, tomando una ventana de tiempo 5 años o más”.