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El explosivo aumento de la inmigración a Chile ha cambiado el mapa de la demanda inmobiliaria en varias comunas. En un mercado que ya mostraba alto dinamismo, muchos inversionistas se han ido enfocando durante los últimos en este nuevo nicho de potenciales arrendatarios.
Así lo corrobora el estudio “Nuevos ciudadanos, nuevas ciudades”, elaborado por la Cámara Chilena de la Construcción (CChC). De acuerdo a sus cifras, el grupo social que más ha crecido desde 2002 a la fecha en Santiago corresponde a los migrantes.
Hace 15 años los extranjeros residentes en la capital se concentraban en Las Condes, Santiago Centro, Providencia, Vitacura y Ñuñoa, en ese orden. Hoy el mapa es distinto: las comunas de Santiago, Las Condes, Independencia, Recoleta y Estación Central concentran 48,5% de la población migrante.
“Estas comunas destacan sobre todo por su alta actividad residencial, especialmente por su oferta de departamentos, gran conectividad con el transporte público -concentrando 82 de las 119 estaciones de Metro- y un relativo buen estado de su entorno urbano”, destacó Javier Hurtado, gerente de Estudios de la CChC.