En medio de una contracción económica local -y también global- la inversión inmobiliaria asoma como una atractiva oportunidad para personas que mantienen capacidad de ahorro y acceso a créditos del sistema financiero. En tiempos de crisis, los bienes raíces no se desvalorizan, mientras se proyecta que en Santiago y otras ciudades chilenas el precio de los arriendos seguirán subiendo.
Entrevistado por el Diario Financiero, Fabián García, director de estudios inmobiliarios de la consultora especializada Tinsa, anticipó que el valor de las viviendas y los alquileres se mantendrá al alza en 2023 en buena parte del mundo. En ese contexto, un departamento para arriendo siempre será una inversión cuyo dividendo se “pagará solo”.
“Quienes puedan capturar un departamento de inversión tendrán una buena rentabilidad a futuro, siempre y cuando las condiciones de financiamiento se encuentren aseguradas y respaldadas por un ingreso suficiente para no sobreendeudarse”, advirtió.
Su principal consejo para los potenciales inversionistas es cotizar con diferentes entidades al solicitar un crédito (“no solamente en el banco donde tenemos nuestra cuenta corriente”), para aprovechar campañas de temporada con descuentos en las tasas y las mejores condiciones que suelen ofrecer las mutuarias frente a los bancos.