Incluso en épocas complejas, durante las últimas décadas el mercado inmobiliario ha demostrado ser una opción segura y rentable para invertir. ¿Cómo se viene el panorama 2024?
Expertos coinciden en que las proyecciones son favorables para eventuales inversionistas, a pesar del freno de la actividad influenciado por factores como la pandemia y la crisis económica. Una tendencia no cambia: los bienes raíces rara vez se devalúan y tienden a valorizarse.
De hecho, el alto dinamismo actual del mercado del arriendo garantiza flujos estables para el pago de dividendos. Incluso se estima que la brusca reducción en el ingreso de nuevos proyectos inmobiliarios podría reducir los niveles de oferta e impulsar la valorización del metro cuadrado.
En cuanto a los créditos hipotecarios, se espera que el Banco Central baje su tasa hasta cerca del 8,0%. A mediano plazo, ello podría impulsar una disminución de las tasas de interés bancarias -que han rozado a máximos históricos- y la flexibilización de los requisitos para distintos créditos hipotecarios. A la estabilización del mercado, coinciden analistas, podría ayudar el término de la incertidumbre constitucional.
Entidades como la Cámara Chilena de la Construcción han llamado a la colaboración público-privada para aliviar el déficit habitacional en Chile, particularmente sensible en la clase media. Analistas destacan en ese sentido las sucesivas campañas de BancoEstado, con tasas de interés bajo el promedio del sistema.
Y para familias con trabajos estables, que suman ingresos entre varios miembros y tienen capacidad de ahorro, sigue vigente el FOGAES, fondo estatal que aporta un porcentaje del pie para la obtención de un crédito hipotecario. El beneficio cubre hasta el 10% del total del crédito, abriendo la posibilidad de que más interesados puedan acceder a este tipo de financiamiento.