El Presidente Sebastián Piñera firmó el proyecto de ley de portabilidad financiera. En pocas palabras, su objetivo es facilitar a los consumidores el traspaso de sus productos entre bancos e instituciones financieras (como cuentas corrientes, líneas de crédito, tarjetas de crédito y diversos préstamos en general).
“Es una tremenda oportunidad para que millones de familias chilenas mejoren las condiciones de sus créditos, bajen las tasas de interés, tengan un alivio a través de menores cuotas y, por lo tanto, mejoren su calidad de vida”, resumió el Mandatario.
Uno de los puntos más destacados de la iniciativa es la flexibilización del hoy engorroso proceso de refinanciamiento de los créditos hipotecarios. Así lo explicó el ministro de Economía, Juan Andrés Fontaine: “Los créditos de vivienda están en mínimos históricos, pero eso beneficia sólo a quienes toman un nuevo crédito. Este proyecto mejora de forma sustancial el procedimiento para contratar un crédito y prepagar el crédito viejo para beneficiarse de la baja de las tasas de interés”.
Hoy el refinanciamiento de un crédito hipotecario puede costarle a un cliente promedio cerca de $560.000, en un trámite que demora cerca de 75 días. De aprobarse el proyecto, que ya inició su trámite parlamentario, el costo caería a $245.000 aproximadamente y el tiempo de tramitación se reduciría a un mes.
“El proceso actual es engorroso, caro y lento. Este proyecto va a permitir superar esos tres problemas y ayudará a que personas que, por ejemplo, tomaron un crédito hace cinco años de unas 2.000 UF, puedan ahorrar con las tasas de interés actuales el equivalente a $11 millones como la suma de todas las cuotas que le quedan por pagar”, ilustró Fontaine.