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El gobierno ingresó al Senado el proyecto de ley que crea una garantía estatal de 10% del valor de viviendas adquiridas mediante créditos hipotecarios. El objetivo es ayudar a familias que tengan capacidad de ahorro a comprar su casa propia y dinamizar el mercado inmobiliario en una época de turbulencias económicas.
El proyecto reconoce que muchos hogares que aspiran a comprar una vivienda mediante crédito deben pagar un pie de, al menos, 20%: en el actual contexto, esta exigencia ha mermado el acceso a la vivienda y la demanda inmobiliaria. “Para paliar el escenario descrito, el programa entregará una garantía estatal equivalente a hasta el 10% del valor de la vivienda, en inmuebles que sean primera vivienda y no superen las 4.500 unidades de fomento”, detalla el texto. Otro requisito es no haber recibido antes algún subsidio o beneficio estatal para el financiamiento de la vivienda.
La garantía tendría una vigencia de 6 años; durante ese periodo los beneficiarios podrán pactar o renegociar las condiciones del crédito para el pie sin perder la garantía del fondo.
La propuesta es parte de un plan ayudas económicas sectoriales transitorias; según señala el texto, “permitirá garantizar créditos y otros mecanismos de financiamiento bajo el amparo de programas especiales”. En total, la creación del fondo que cubrirá esta garantía involucra un aporte fiscal de 50 millones de dólares durante los 12 meses que estaría en vigencia (que pueden crecer hasta US$ 20 millones más).