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En su reunión de junio, el Banco Central sorprendió al mercado al concretar la mayor baja en la tasa de política monetaria de la última década. Ante las menores expectativas de crecimiento de la actividad económica, el instituto emisor recortó la tasa en medio punto porcentual, de 3% a 2,5%.
Entre otros efectos, esta medida generará condiciones crediticias más favorables para las personas en bancos y otras instituciones financieras, en particular para gestionar préstamos a largo plazo (como créditos hipotecarios).
La oportunidad también asoma atractiva para refinanciar tasas entre quienes ya hayan contraído alguna deuda hipotecaria.
“En la revisión que el Banco Central hace el crecimiento tendencial dice que la economía chilena puede crecer más y eso es una buena noticia para Chile. Es una buena noticia que haya caído la tasa porque estimula la actividad económica y abarata el crédito”, evaluó el ministro de Hacienda, Felipe Larraín.
Si ya las tasas de interés estaban en sus mínimos históricos desde que se tiene registro (promediando 2,9% anual), se espera que en lo que queda del año las rebajas sigan anotando récords.